Anécdotas de Don Luis Valverde o Winston Chúrchil (+)

Contaba que cuando fue a trabajar en Santo Domingo, cerca de donde habitaban los trabajadores vivía una señora ya bastante entrada en años, cuyo mayor goce y entretenimiento eran el chisme, la befa a quienes pasaban frente a su casa, y un vocabulario de película. Esta señora, para burlarse más de los trabajadores que tenían que pasar por allí, había colocado un cartel en la puerta; el cartel decía: ASI SEA Y NO SEA. Cuando algún curioso lo leía en alta voz: ASI SEA Y NO SEA, ella, resguardada detrás de la ventana, replicaba: NO HAY MAS BURRO QUE EL QUE LO LEA.

Una noche de copas un grupo de amigos que estaban festejándole por su regreso, ya que había salido de vacaciones, y que ya conocían la pícara y rápida mente del mireño, sin que él supiera lo que pasaba en esa casa pues el cartelito lo había colocado la viejecita recientemente, lo llevaron por ahí.

Cuando estuvieron frente a la puerta le indicaron el cartel; Churchil se acerca y lo lee: así sea y no sea; la vieja desde adentro: No hay más burro que el que lo lea. He aquí la respuesta de Chúrchil: ¡QUE MANO ES LA QUE ESCRIBIO CON TINTA TAN INSOLUTA, SIENDO TUERTA Y SIENDO COJA, VIEJA GRANDISIMA P……! ¡Imaginemos las carcajadas de los facinerosos parranderos y la vergüenza de la pobre señora! Huelga decir que desde esa noche el famoso cartelito infamante desapareció para siempre.

¿O al menos hasta cuando Chúrchil permaneció trabajando alla? No lo sabemos……

Compartir
  • gplus