Hace unos meses  cuando pasé por mi linda escuela, la Rafael Arellano, tuve la oportunidad de reflexionar sobre el proceso de enseñanza básica en este caso.

Al mirar cómo se dictaban las clases pensé, ”Para ser maestro, sí que hay que tener vocación”, que complejo debe ser tratar de trasmitir conocimiento a los niños y niñas, cada maestro frente a 20 o 30 niños utiliza toda su sapiencia para captar la atención un poco esquiva de los infantes,  los motiva con historias, hace reflexionar con ejemplos de la vida cotidiana, repite las veces necesarias hasta convencerse que los pequeños entendieron bien lo enseñado.

Pero no termina solamente en la clase, cuanto tiempo tuvo que estudiar para ser maestro, cuanto tiempo el maestro  dedica a preparar lo que va a enseñar y cuánto tiempo después debe aplicar para evaluar y hacer seguimiento de lo enseñado.

Cuando somos niños, la escuela es nuestro lugar de encuentro con los amigos y esperamos con ansia los momentos de recreo, cuando jóvenes más nos interesan las peladas y pelados y ahora el Facebook, que difícil tarea de nuestros maestros el encaminarnos a ser hombres y mujeres honestos, con valores, pensantes y reflexivos; y que poco que solemos cooperar como sociedad con esta tarea que en realidad es sólo para beneficio de  nuestros niños y jóvenes.   

Nuestra sociedad ha puesto esta colosal responsabilidad sobre los hombros de los Maestros, y muy pocas veces reconocemos su esfuerzo y dedicación. Pero también que hermosa y noble profesión la de los Maestros, poder confirmar en pocos años que sus esfuerzos no fueron en vano y se reflejan en sus alumnos, como lo dijo el ex presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento, “Los discípulos son la biografía del maestro” .

En este día querido Maestro Mireño, queremos rendirte un  cálido homenaje de admiración al ser humano, a esa persona que días tras día comparte su conocimiento y la experiencia con los niños y jóvenes que son el presente y futuro de nuestro terruño.

FELIZ DIA DEL MAESTRO