AUTOR: Lic. Jorge Pozo Rosero
I
Pueblo valeroso y apacible,
Legado de una estirpe invencible;
Incrustado en este septentrión,
De los Andes, su Balcón.
II
Nuestro típico linaje,
Rebelde desde el coloniaje;
Luchando por la victoria,
Y forjando día a día su historia.
III
Una noche de gran inspiración,
Fue el resplandor para Mira independiente;
Que en caravana toda su gente,
De Quito traja la cantonización.
IV
Mira y La Concepción,
Juan Montalvo y la lejana Jijón;
Serán hijas pródigas y eternas,
De este progresista cantón.
V
De sus leyendas y tradiciones,
Las voladoras, parte son;
El novillo de bombas y la chamiza,
Y el exquisito tardón.
VI
Sus campos cubiertos de verdor,
invitan a un paseo dominical;
visitando bellezas de lo natural,
que para el alma es salud y vigor.
VII
El complejo de Tulquizán puede gustar,
la Chugchurrumi en el pedregal;
sino el Santuario de la Caridad,
o el cálido Uyamá.
VIII
El Mira con sus aguas cristalinas,
la mente nos refina;
las parcelas de fréjol y maíz,
nos hacen vivir feliz.
IX
Eres cuna de hijos ilustres,
que trabajan para darte lustre;
los maestros, médicos y pintores,
hasta clérigos, artesanos y agricultores.
X
El fútbol, básquet y la pelota nacional,
es hoby de nuestra juventud;
atletas con alma colosal,
son paradigmas de virtud.
XI
Si Mira se engalana con ternura,
como pétalos de flor;
cuidémosla con dulzura,
con respeto y mucho amor.
XII
Gracias a Dios,
por darnos este don;
y a Mira, todos los días,
derrama su bendición.