Reseña Histórica de Mira
Nombre De Mira
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Tenemos dos versiones sobre el nombre del pueblo de Mira. La primera se debe que en la época antigua de LOS CACICAZGOS, existieron varios caciques con apellidos quichuas que terminan en mira las últimas y penúltimas sílabas, como: los Nasinmira, Najimira, Guamagmira, según cita en su libro el Dr. Amilcar Tapia.
La otra versión del nombre Mira es en el aspecto religioso, los primeros párrocos del pueblo de Mira fueron sacerdotes, no fueron misioneros de Comunidad. Aquellos sacerdotes acostumbraban bautizar a los pueblos respetando su nombre antiguo, confirmaban, ya como parroquia eclesiástica con nombres de santos que se distinguían en la época. Así las autoridades eclesiales bautizaron con el nombre de Parroquia de SAN NICOLAS DE MIRA. Aquel nombre fue tomado del famoso obispo de Turquía, San Nicolás de Bari; más comúnmente conocido por Santa Claus en Navidad, en aquella nación turca existe la ciudad de Mira, este es el otro aspecto importante. Además, Mira por su belleza natural es un verdadero Mirador.
Mira En Epoca Preincasica
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Todos los pueblos del mundo han escrito su propia historia mediante la palabra oral o escrita de hechos que transcurrieron a través de las épocas o tiempos antiguos, como bien nos lo recuerda el Dr. Carlos Cajamarca, cuando dice: “No se puede olvidar que sin memoria no hay historia; todo lo aprendido se perdería no existiría pasado. La memoria permite conservar y revivir estados psicológicos, reconocerlos y ubicarlos en el espacio y en el tiempo.”
Según nuestros historiadores, cuatro naciones o estados independientes eran los principales que ocupaban el territorio ecuatoriano. A saber los Scyris, los Puruhaes, los Cañaris, los Paltas y Zarzas. Mira pertenecía a los Scyris compuestos por Imbayas- Caranquis-Otavalos.
Según datos históricos MIRA es uno de los pueblos del Carchi, más antiguos citado ya por el primer historiador ecuatoriano, el padre Juan de Velasco, Mira ya reconocida por él desde el año 1487 como un estado independiente.
Mira En La Colonia
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Monseñor González Suárez, en su libro “Historia General de la República del Ecuador”, Tomo IV. Cita el historiador que en 1584, visita Mira el Canónigo Andrés López Albarrán, como obispo visitador de la diócesis de Quito. El padre Juan de Velasco y Monseñor González Suárez escriben sobre la antigüedad de Mira, ya como asentamiento, ya como doctrina, otrora como perteneciente al Corregimiento de Otavalo.
Algunos investigadores manifiestan que Mira data de los años 1557 a 1564 como fecha de fundación y hace una acertada división de la historia de Mira, en períodos, así:
1. Asentamiento Aborigen. Enmarcado en la última fase del Período Tardío (aproximadamente desde 1543-1557) d.n.e.
2. Asentamiento Español (esclavismo) 1534-1557 d.n.e.
3. El Latifundismo (reinado de la época feudal) 1576-1938 d.n.e.
4. Las Parcelaciones y el Desarrollismo. De 1938 hasta nuestros días.
Otro connotado historiador como es el Dr. Amilcar Tapia (bolivarense), manifiesta que Mira, “es un pueblo muy antiguo, su vida civil-religiosa van casi a la par, unidos estos dos aspectos íntimamente”. El mismo historiador señala que Mira aparece como encomienda desde 1547-1572.
El citado historiador Tapia, hace conocer que en la época de la Colonia, en la doctrina de Mira existían varias minas de salitre a unas quince leguas de Mira.
Mira En El Corregimiento De Otavalo
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Otro dato encontrado en la obra del padre Juan de Velasco “La Historia Moderna”, Tomo I, da a conocer acerca del Corregimiento de Ibarra que comprendía terrenos de Mira hasta El ángel, cita que estas grandes haciendas pertenecían a vecinos de Quito. Afirma que en el sitio Chiltazón existieron minas de oro y fino cobre, este sitio pertenece a Mira; pero, en la actualidad nadie ha podido encontrar dichas minas, se cree que hubo algún fenómeno natural que ocultó estas minas. A este respecto el Dr., Amilcar Tapia, en sus investigaciones nos da a conocer que Mira fue un asiento de muchas familias de acento castellano y que entre las innumerables ocupaciones se llegó a producir pólvora de buena calidad.
La mejor prueba que posee Mira de su autenticidad en todas las épocas y en la Colonia, es de tener un gran HITO HISTORICO REAL, como es la piedra bautismal tallada en un inmenso bloque de piedra de un metro de alto aproximadamente, por un metro de ancho; tiene tallados unos querubines y una inscripción en grandes letras de imprenta en todo su alrededor, con nombres y fechas de esa época, así: “POR Mdo. DEL PES. FRANCO. ROS YANES AÑO DE NS. IHVXO. 1597”. Aquel tesoro antiguo se encuentra en la entrada principal del templo de Mira.
Mira En La Revolucion De Las Alcabalas
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
A este respecto Monseñor González Suárez, dice que Mira tuvo un desempeño grandioso, al dedicarse en aquella época que comenzaban las primeras protestas contra los impuestos de las alcabalas, en 1592-1593. Aquí se dedicaron los pobladores de Mira a fabricar pólvora, amparados por el cura párroco de aquel entonces.
Otro hecho histórico de que en Mira se fabrique pólvora fue en la Guerra de Cabras, vecindario cercano a Mira, esta guerra fue entre alfaristas y conservadores. Cuentan nuestros mayores que Mira colaboraba fabricando esta pólvora de buena calidad, se dice que mujeres y niños hacían esta labor.
La Mision Geodesica En Mira
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Los representantes de la Misión Geodésica estuvieron en Mira el año 1766, siglo XVIII. Ellos fueron comisionados de prolongar la medida del cuadrante del meridiano en lo que correspondía a la parte Norte. Se instalaron en la hacienda Pueblo Viejo de Mira. Allí construyeron un observatorio, así lo afirma Monseñor González Suárez, manifiesta en su obra que no solamente estuvieron en Mira los marinos Jorge y Antonio de Ulloa, sino que el mismo Bouger y el señor Godín.
La escritora francesa Florence Trystram, en su obra asegura que los jefes de la Comisión Geodésica se enojaron por razones de trabajo y se separaron en dos grupos, Bouger y La Condamine por una parte; Godín y los Alférez de Fragata Ulloa españoles por otro lado.
Prueba de la presencia de estos españoles, contaban nuestros mayores, que estos españoles dejaron su simiente biológica en Mira, como fue don Luciano Ulloa, fue hijo natural del Alféres Antonio Ulloa.
Otro escritor que escribe sobre la Misión Geodésica, es el famoso Jorge Carrera Andrade, cuando dice: “Los activos Alférez de Fragata hicieron muchos beneficios materiales a la Real Audiencia de Quito: erigieron el Observatorio en Mira.” Lástima que el tiempo haya destruido los hitos que esta Misión Geodésica construyó en Mira.
Parcelación de La Hacienda San Nicolás De Mira
Autor: Prof. Leopoldo Padilla Vallejo (+)
Fecha: 18-06-1999
Esta reseña histórica la dedico con todo cariño a las actuales generaciones de Mira, para que conozcan lo que aconteció el 5 de julio de 1949.
ANTECEDENTES
La población de Mira, desde épocas coloniales, permaneció rodeada de grandes latifundios. Esta circunstancia mantuvo a sus habitantes en una deplorable situación económica que se vino agudizando hasta la década de los años cuarenta, lo que obligó a que la población reaccione en procura de un cambio de vida.
La situación económica era muy grave ya que las únicas fuentes de trabajo posibles eran las de recoger leña, sacar cabuya y trabajar en las haciendas como peones, la propiedad agrícola de los mireños era mínima (reducida a unas pocas hectáreas) por lo cual, para abastecerse (con muchas dificultades) de los productos necesarios para la alimentación, debía recurrirse a las haciendas vecinas. Estas circunstancias obligaron a la población a organizarse para buscar su mejoramiento social y económico, habiéndose planteado como alternativas de solución las siguientes: expropiación de agua de riego de las haciendas de Pisquer y Huaquer y parcelación de la hacienda San Nicolás de Mira.
El 5 de julio de 1949 se firmó el acuerdo mediante el cual se expropió la hacienda San Nicolás, hecho que puede ser calificado como la Primera Independencia Económico-Social de esta querida tierra.
LOS HECHOS
Presidía la República el extinto ciudadano don Galo Plaza Lasso, siendo Ministro de Previsión Social el Doctor Franklin Tello Mercado.
Una comisión de mireños se trasladó, a fines de 1948, a la Presidencia de la República con el objeto de pedir la colaboración del gobierno para recuperar el dinero perdido en el primer intento de parcelación. Don Galo Plaza Lasso, después de escuchar nuestra solicitud nos dijo “Organicen de nuevo la Junta de Mejoras y por la cantidad de dinero que reúnan yo les doy el decreto».
Con ánimo renovado regresamos a Mira y en gran asamblea pública, informamos de este maravilloso ofrecimiento de la Presidencia.
Se nombró la nueva Junta de Mejoras el 21 de febrero de 1949, la misma que quedó integrada así: Presidente don Ricardo Ruales Garrido (fallecido), primer vicepresidente, don Pedro Rafael Benítez (f); segundo vicepresidente, Prof. Leopoldo Padilla V (f); tesorero, don Miguel Tobar (f); secretario, don Luis Pazos (f); prosecretario, Prof. Celio Medina; Procurador Slíndico, señor Luis E. Muñoz (f); Vocales Principales: don Ulpiano Palacios (f), don Carlos Ramírez (f); don Gonzalo León (f), Padre José Córdova, Párroco de Mira; y Prof. Ulpiano Caicedo; Vocales Suplentes: don Abdón León (f), don Tomás Palacios (f), don Delio Ruiz (f), don Rodrigo Ruales (f) y don Miguel Mafla (f).
Toda la gestión administrativa de la Junta la asumí en mi calidad de Segundo Vicepresidente debido a que el señor Presidente residía en Julio Andrade, y el primer Vicepresidente en Quito.
Cabe destacar la lealtad, unión y respaldo de los parceleros durante las difíciles gestiones que se realizaron hasta conseguir el decreto. Lo más complicado fue reunir el dinero para abonar al dueño de las tierras, don Francisco Galárraga, por cuanto este pueblo era muy pobre.
Esta situación nos obligó a recurrir a personas extrañas a Mira, que deseaban adquirir terrenos pagando al contado el cien por ciento del valor, con lo que se cumplió el pago de los terrenos expropiados, el mismo que se lo realizó en dos abonos, el primero de S/.500.000 y el segundo de algo más de S/.500.000.
LLEGO EL DIA ESPERADO
El 5 de julio de 1949 el Dr. Franklin Tello Mercado, Ministro de Previsión Social de ese entonces, tomó la pluma con su mano izquierda y diciendo: “Me cortaría la mano antes de dejarles sin tierras a los mireños” y firmó el ansiado decreto.
LA OPOSICION DEL PROPIETARIO DE LA HACIENDA
Don Francisco Galárraga –dueño de la hacienda- desplegó sus acciones y consiguió que un sector del Honorable Congreso Nacional planteara la interpelación al Ministro de Previsión Social, para dejar sin efecto el decreto firmado, este sector lo conformaban diputados Conservadores y Liberales y a nosotros nos respaldaron los diputados Socialistas y Comunistas. Esta interpelación fue un escándalo nacional, pero se clausuró el Congreso sin dar ninguna resolución, el propietario volvió a reclamar ante el H. Consejo de Estado, el mismo que se trasladó en pleno a esta población para conocer personalmente el problema.
El día que llegó el Consejo de Estado nos encontró a los parceleros posesionados en nuestros lotes y les manifestamos que primero entregaremos nuestras vidas antes que abandonar el terreno. Después de recorrer las haciendas del señor Galárraga, realizamos una asamblea general en la plaza, en ella, don Ricardo Ruales expuso nuestra necesidad y convicción de luchar hasta las últimas consecuencias para alcanzar nuestro objetivo. El Consejo de Estado, luego de escuchar nuestro pedido, regresó a Quito y archivó definitivamente la solicitud de don Francisco Galárraga.
El Ministerio de Previsión Social envió un ingeniero a levantar el plano topográfico y a realizar la lotización de 360 hectáreas distribuidas entre 116 familias, al tiempo que se construyó el óvalo para 100 litros de agua de la acequia de Garrapatal; simultáneamente y con la ayuda de un profesional se realizó la distribución del agua, por sectores.
El padre José Córdova por invitación de la Junta, celebró una misa de acción de gracias en “La Portada”.
Plano de la Parcelación de la Hacienda De San Nicolás De Mira
Plano Complementario
SE ADQUIEREN NUEVAS TIERRAS
Comienza la gran bonanza económica que facilitó la compra de más de 3.500 hectáreas correspondientes a las haciendas: San José, Puebloviejo, Pisquer, El Hato y el resto de la hacienda San Nicolás.
Cabe destacar que en el proceso de la parcelación tuvieron una importantísima participación las mujeres mireñas, quienes apoyaron de manera decidida en todas las actividades.
Este lapso de 50 años fue muy productivo para el pueblo de Mira, ya que en él se ejecutaron importantes obras, entre las que podemos mencionar las siguientes: Construcción de la Carretera Panamericana, creación y construcción del Colegio “León Ruales”, creación y construcción del Colegio “Carlos Martínez Acosta”, provisión de agua potable, energía eléctrica, construcción de las escuelas “Rafael Arellano” y “Policarpa Salavarrieta”.
Uno de los logros más importantes de este período, constituye la Cantonización de Mira, que se podría calificar como la Segunda Independencia Económica y Social de nuestra querida tierra.
Las Mingas En Mira
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Históricamente se han llevado a cabo varias mingas en Mira, pero dos de las más importantes fueron, sin lugar a dudas, la de la construcción del ramal de carretera La Portada – Mira – San Isidro y la que permitió traer el agua desde las vertientes de “Preñadillas” hasta nuestra ciudad.
En cada minga los mireños han puesto todo el esfuerzo y voluntad por conseguir el progreso para su tierra, única manera, en aquel entonces, de satisfacer las necesidades básicas de la gente. Hombres y mujeres unidos en un solo fin, han contribuido, mediante las mingas, al desarrollo y progreso de nuestro cantón.
La provincia del Carchi es la pionera de la minga en el Ecuador. Mira tuvo destacada participación en las mingas, las vías de comunicación y otras obras fueron construidas a base de mingas. Este trabajo comunitario que es LA MINGA es una demostración del esfuerzo físico; con pico y pala se construyeron carreteras, acueductos, alcantarillado, colocación de postes para llevar energía eléctrica y otras obras más.
El gobierno central en épocas pasadas hizo construir la primera vía carrozable Chota-El ángel dando preferencia a los propietarios de las haciendas. Así por ejemplo la carretera Uyamá-San Nicolás, fue una carretera tan absurda en su construcción que fue hecha en forma de serpentina que tenía como diez vueltas en el mismo terreno. El asunto era que el ingeniero constructor, se comprometió a que la carretera pase por la puerta de la hacienda de San Nicolás.
En cambio los pueblos de Mira y San Isidro quedaron aislados de esta carretera principal que iba por el sector de La Calera hasta El Angel. Por tal motivo los dos pueblos abrieron un ramal de carretera, La Portada-Mira-San Isidro, toda la vía fue construida en base de mingas.
Referente a la minga en el Carchi, el profesor Campo Elías Bravo en su libro, publica un artículo sobre la minga escrito por el profesor Héctor Burbano, titulado:
LA MINGA EN EL CARCHI
EL PREGON DEL PUEBLO
MINGA! Tenemos MINGA!
Fue el grito primigenio, jubiloso.
MINGA! Tres días de MINGA!
Repitieron al unísono cien voces, como eco en la hondonada.
Y la buena nueva llegó al pueblo como la primera lluvia. (…)
“Las mingas del Carchi se hacen sin el favor oficial. Sin la partida jugosa del Erario Nacional. Sin la consigna ególatra y pequeñita en turno. Sin la omnisciencia del cura del pueblo, ni el grito arrogante del gamonal de fuete y fierro de marca.
La minga del Carchi nace y florece de la entrega milenaria del pueblo. Se nutre de sudor, de júbilo y varonía. Es cuando se arrean las banderas de los pupos azules y rojos.
…Cuando cesa el resquemor religioso. Cuando cae el enclenque andamiaje de las clases sociales, los prejuicios de sangre, de fortuna.
Sólo se oye el tránsito jubiloso de la sangre! Levadura cívica, crepitante! Conjunción de ansias y anhelos! Grito ubérrimo de la esperanza colectiva! Efervescencia al fin!”
Mira “Balcón de los Andes”
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
Este calificativo que lleva Mira, se lo ha ganado gracias a su situación geográfica. El Todopoderoso ha dotado a Mira de un extenso Mirador desde donde se puede observar gran parte de Imbabura y sobre todo de un amplio sector del valle del Chota. Por esta razón el historiador carchense Eduardo Martínez calificó como: “La importante terraza carchense”; y confirmando esto el periodista chileno Fernando Villarroel la llamó: “Balcón de los Andes”. Esta es la razón de este hermoso epíteto.
Además, de lo dicho anteriormente podemos asegurar que esta bella ubicación de Mira favorece que casi todos sus habitantes hayan tenido y tengan un mentalidad abierta para demostrar mucha amabilidad hacia las personas, hacia los turistas. Mira tiene ese temperamento único entre los pueblos del Carchi, su gente es muy abierta en el trato con los demás.
Reliquias Coloniales
Autor: Lic. Arnaldo Reyes
En el templo parroquial de Mira aún se conservan verdaderas reliquias coloniales, sin embargo de que valiosos objetos de metales preciosos han desaparecido hace muchos años, los mismos que fueron fabricados por los primitivos artífices de esta población.
Habiendo sido la sede de importantes funciones religiosas en época colonial, lógico es suponer que existieron valiosísimas joyas religiosas que han sido trasladadas a otros templos del país.
En el Bautisterio se conserva una PIEDRA BAUTISMAL de piedra tallada en una sola pieza y que tiene la siguiente inscripción:
“POR Mdo DEL Po FRANco Ros YANEZ DE NSJH VXPo 1597”
En las torres existe una campana con la siguiente inscripción:
“Siendo cura el Dr. Dn. Fernando AGVA y el Gobernador don Nycolas Lopes Narchyn YNYRA.”
Piedra Bautismal y Campana
También existen dos maravillosos cuadros pintados al óleo, titulados: “La Divina Pastora” y “Las almas”. Estas obras famosas fueron hechas por el famoso Luis de Rivera en 1858, por cuyos trabajos se le otorgaron varias caballerías de tierra en términos de Mira.
Muchos otros objetos de gran valor histórico han sido retirados de esta iglesia por autoridades religiosas.
Estas reliquias coloniales deben ser protegidas como patrimonio histórico y cultural de Mira.